Por Alma Castro Chávez
En el vasto universo de la literatura contemporánea mexicana, Guadalupe Nettel emerge como una voz distintiva llevándonos de la mano a través de un viaje introspectivo y revelador en su libro «El cuerpo en que nací». Esta obra, que entrelaza lo autobiográfico con lo ficticio, es una exploración profunda de la identidad, la pertenencia y la transformación.
Nettel, nacida en la Ciudad de México, ha ganado reconocimiento por su habilidad para diseccionar con precisión y delicadeza las complejidades del alma humana. En «El cuerpo en que nací», nos invita a contemplar la vida a través de los ojos de una protagonista que, desde su infancia, se enfrenta a desafíos únicos que moldean su percepción del mundo y de sí misma.
El libro se desarrolla como una serie de diálogos entre la protagonista y su psicoanalista, desentrañando capas de recuerdos y experiencias. Esta estructura narrativa permite a Nettel explorar con profundidad temas como la diferencia, la aceptación y la lucha por encontrar un lugar en el mundo.
La mirada de Nettel hacia la infancia es particularmente conmovedora. En «El cuerpo en que nací», la niñez no es solo un tiempo de inocencia y descubrimiento, sino también un campo de batalla donde se forjan identidades y se enfrentan realidades crudas como el exilio sudamericano o las prisiones de la Ciudad de México. La autora logra un equilibrio magistral entre la ternura y la crudeza, mostrando cómo las experiencias de la niñez resuenan a lo largo de la vida.
Este libro también es un testimonio de la búsqueda de la belleza en la imperfección. La protagonista, marcada por diferencias físicas, aprende a navegar en un mundo que a menudo parece hostil a la diversidad. Nettel nos muestra que es en la aceptación de nuestras singularidades donde a menudo encontramos nuestra verdadera fuerza.
«El cuerpo en que nací» es más que una novela; es una reflexión sobre la condición humana. Guadalupe Nettel, con su voz única y perspicaz, nos ofrece una obra que es un espejo de nuestras propias luchas y triunfos. Su capacidad para entrelazar lo personal con lo universal convierte este libro en una obra imprescindible para quienes buscan entender mejor no solo la literatura mexicana contemporánea, sino también la complejidad de la experiencia humana.
A través de esta serie de blog posts, continuaremos explorando la obra de autoras como Guadalupe Nettel, descubriendo cómo sus palabras nos invitan a reflexionar, sentir y conectar con historias que, aunque únicas en su contexto, resuenan con una verdad universal.
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Guadalupe Nettel (Ciudad de México, 1973) es autora de El huésped (finalista del Premio Herralde de Novela 2005) y sus posteriores y muy celebradas obras Pétalos y otras historias incómodas, El cuerpo en que nací, Después del invierno (Premio Herralde de Novela 2014), La hija única (finalista del Premio Booker Internacional 2023) y Los divagantes, publicadas en Anagrama. También ha escrito El matrimonio de los peces rojos (Premio Internacional de Narrativa Breve Ribera del Duero). Sus libros han sido traducidos a más de veinte lenguas y han obtenido, además, diversos galardones internacionales, como el Premio Nacional de Narrativa Gilberto Owen, el Antonin Artaud y el Anna Seghers. Entre las reseñas dedicadas a su obra cabe destacar: «Guadalupe Nettel revela la belleza subliminal que hay en los seres de comportamientos extraños y sondea minuciosamente la intimidad de su alma» (Le Magazine Littéraire); «Los lectores avezados disfrutarán de esa nueva voz literaria, tan sofisticada como original, en el panorama de las letras latinoamericanas» (Arcadia, Colombia); «Una de las más singulares escritoras mexicanas» (J. A. Masoliver Ródenas, La Vanguardia); «La mirada que posa sobre las locuras suaves o destructoras, las manías, las desviaciones es de una agudeza tal que nos remite a nuestras propias obsesiones» (Xavier Houssin, Le Monde).
Fotografía © Lisbeth Salas.
